En la actualidad, el diseño arquitectónico no puede ser considerado como el único factor a considerar; se debe respetar el medio ambiente y aprovechar de tal forma los recursos naturales que su huella ambiental sea mínima en comparación a la construcción tradicional. Además, un diseño bajo estrictas consideraciones bioclimáticas desde una fase inicial, resulta en una edificación de calidad ambiental interior, que mejora la producción y salúd de sus ocupantes.